Nuestro país ha relegado a los que viven con una enfermedad mental a un segundo plano en nuestro sistema de atención médica por demasiado tiempo. Joe se ha establecido como una voz líder en el Congreso para acabar con el estigma de la enfermedad mental y tratar las brechas vergonzosas en la cobertura y el cuidado de los que viven con problemas de la salud del comportamiento y trastornos de consumo de sustancias.
Joe ha luchado por prevenir la discriminación por parte de los seguros contra pacientes que buscan acceso a la salud mental y atención a las adicciones y aboga por la vigorosa expansión de recursos federales para asegurar que estén disponibles tratamientos para cada persona que los necesite. Joe está orgulloso de haber dirigido esfuerzos legislativos para reforzar la paridad de la salud mental, aumentar la transparencia en la cobertura de la salud del comportamiento, garantizar cobertura de la salud mental para niños en el programa CHIP, y tratar las faltas de equidad en el tratamiento de la adicción y el trastorno del consumo de sustancias. Defiende aumentar el acceso a Medicaid, el programa de salud mental y del comportamiento de pagador único más grande del país.
Joe apoya una inversión federal masiva para enfrentarse a la crisis de opioides, incluyendo un aumento en inversiones en los centros de tratamiento basados en la comunidad y sitios seguros para inyectarse que ayudan a las personas que viven con adicciones. También apoya políticas que dan importantes servicios integrales junto con tratamiento, como el apoyo a la vivienda y el transporte médico para los que lo necesiten.